Ese apetecido alimento que en el siglo pasado era habitual encontrarlo en las cenas de noche buena o fin de año, como fruto de la higuera, está presente en patio familiar del municipio de Majagua.
Su propietario, el profesor consultante de la facultad de Ciencias médicas de Ciego de Ávila Publio Enrique Suárez Taño, nos cuenta que dicha planta extendida posteriormente por todos los alrededores de su vivienda llegó hasta él como obsequio de una familia amiga.
Los higos considerados flores invertidas por crecer dentro de una vaina en forma de pera, al madurarse se convierten en una excelente materia prima para la elaboración, de dulces en almíbar, higo seco, compotas y hasta vinos según nos precisa Suárez Taño.
Con más de 10 años de experiencia en el cultivo de la atractiva planta este especialista en piscología que reside en la casa número 17 de la calle Orlando González de Majagua se encuentra en la mejor disposición de asesorar a otros propietarios de patios, parcelas, fincas o representantes de entidades estatales interesados en la diversificación de sus frutales.
Entre las propiedades nutricionales del referido integrante de la familia de las moráceas, originarias de los trópicos del viejo mundo y que se conoce como la fruta de los filósofos: están las vitaminas del grupo B, las calorías y las proteínas.