Una varita mágica como se puede apreciar en las narraciones infantiles es capaz de hacer maravillas, sin embargo fueron otros los recursos utilizados por los cuñados Oridey y Joel para convertir un implemento de carpintería en aserradero.
El residir en una zona del municipio de Majagua con tradición en la actividad forestal, como lo es el consejo Popular de Guayacanes, motivó a estos activos jóvenes a ir más allá que sembrar una planta maderable o frutal y observar pasivamente su desarrollo.
Por eso al tener conocimiento que vecino de una localidad cercana iba a desmantelar su carpintería se interesaron por adquirir un reducido implemento encargado de aserrar maderas con el propósito de trabajar en razón de su perfeccionamiento, propósito que paso a paso se logró materializar.
Pero no fue hasta septiembre del 2017, que los principiantes tuvieron la posibilidad de mostrar sus potencialidades, tras los azotes del huracán Irma que ocasionaron serios destrozos en plantaciones de pinos entre otras variedades, y encontrarse en ese momento el ya conocido aserrío de Guayacanes temperamento desactivado.
El desagrable incidente hizo posible que Orisdey Rodríguez Ceballos y Joel Guzmán Valdivia se vistieran de largo en la recuperación de toda la madera dañada por el fenómeno atmosférico y se crearan las bases de lo que es hoy el aserrío, que en recordación al hecho lleva por nombre Los Pinos.
Aquí se fabrican envases y embalajes destinados a la empresa agroindustrial Ceballos y a la fábrica de conservas Majagua, se utiliza la recortaría en hacer carbón, se incrementa la siembra de árboles y tanto Orisdey como Joel al pie del vivero de caobas muestran a sus retoños las bondades de la magia del talento y de la consagración.