Este hombre de andar liguero y espontanea sonrisa que aún no ha cumplido los 30 años de edad, experimenta la satisfacción de formar parte del reducido grupo del suroeste avileño integrado al fondo de desarrollo forestal.
Contempla con satisfacción el avance que ya muestran los eucaliptos plantados el pasado 5 de junio, día del medio ambiente, cultivo intercalado con maní, muy cerca del terreno alistado para conformar la franja hidroreguladora de su espejo de agua en proceso de gestación,
Experimenta Orisley Rodríguez Ceballos la dicha de haber materializado otros empeños relacionados también con la producción de maderas, en los que resultó determinante el apoyo de su cuñado Joel y la compresión de su atenta esposa Danaisy.
Su amor de padre alcanza niveles superiores cuando el pequeño Jeiler con solo 5 años, califica a una determinada planta de hermosa o robusta o cuando Jeider con ocho meses de nacido fija sus ojitos en el verdor de algunos de los árboles que los rodean para mostrarse complacido.
Vivir en contacto directo con la naturaleza que ofrece el patrimonio forestal es disfrutar a plenitud de los encantos que proporcionan las plantas, los animales y el aire puro que aquí se respira y que motiva a tener siempre una nueva razón para hacer más denodada la existencia de quienes tienen la capacidad de profesarles amor.
