Luego de no pocos obstáculos que han impedido el funcionamiento estable de ambas industrias, técnicos y especialistas aseguran que se ha logrado la mejor sincronización entre el Central Ciro Redondo y la bioeléctrica aledaña, primera experiencia en Cuba de generar energía eléctrica a partir de la biomasa cañera y de marabú.
Luego de la interconexión con las dos calderas en funcionamiento, los parámetros técnicos mostraban estabilidad, en un proceso progresivo que permitiría elevar las cargas y aportar al Sistema Eléctrico Nacional (SEN), además de garantizar los insumos de electricidad y vapor del central y de la propia bioeléctrica.