A solo una semana de haber iniciado su recorrido el tren de viajeros Ciego de Ávila-Majagua resulta evidente la predilección que ya tiene conquistada este tradicional medio de transporte habilitado de lunes a viernes.
Su salida a la 1 de la tarde desde la terminal ferroviaria de la capital provincial es acogida con beneplácito por quienes en funciones de trabajo o asuntos personales acuden temprano a la ciudad de los portales y a esa hora están necesitados de retornar a a sus hogares.
También resulta una buena opción para los residentes en Ciego de Ávila, poder visitar al menos por poco más de media hora la tierra de los bandos azul y rojo, donde desde tiempos remotos son muchos los que mantienen aquí estrechos vínculos familiares y excelentes amistades.
Una especial significación ofrece a los residentes en Caguasal y Guayacanes quienes logran seguras posibilidades de trasportación cuando hacen uso de estos cuatro coches tanto en su ida y regreso a Majagua como cuando son puestos en función de cumplir el itinerario Limones Palmero.
Por esto y otros motivos además de las gratas sensaciones que proporciona el Chacacá del tren como plantea aquella canción de los años 50, el peculiar sonido tiene el don de ser generador de gratas opiniones entre ellas las relacionadas con beneficios en los bolsillos, y que se convierta en preocupación el hecho de pensar que por alguna causa llegara a faltarles de nuevo.