Haber dedicado casi el 70 por ciento de su existencia a la labor de educar representa la mayor satisfacción que experimenta este hombre cuyo fructífero accionar va más allá de los límites de la escuela.
Ser propuesto y aprobado por sus vecinos de la localidad de Orlando González en 9 ocasiones para que los represente ante la Asamblea Municipal Poder Popular en condición de delegado de circunscripción le hace incrementar constantemente la cifra de asignaturas a impartir.
Orientar a sus electores de forma didáctica de cómo prepararse ante la amenaza de alguna situación climatológica, motivar al desarrollo comunitario integrado, evitar la propagación de epidemias y contribuir al desarrollo de la tarea ordenamiento, complementan la vida de Luis Miguel Navarro Llerena.
El activo egresado de la escuela formadora de maestros Josué País de Ciego de Ávila, a partir 1979 ha llevado sus conocimientos hasta las más apartadas zonas del suroeste avileño y también a Nicaragua donde cumplió su misión internacionalista.
Al actual director del seminternado de primaria que lleva el nombre de uno de los mártires de la localidad, le apasiona la investigación histórica y recurre a la experiencia adquirida en su etapa de pelotero para incentivar el amor hacia el deporte entre las nuevas generaciones.
Sereno, con escasos cabellos y atento a las preocupaciones de las personas, como muestra de quien sabe escuchar, la actual jornada en homenaje a los educadores le ofrece a Luis Miguel Navarro Llerena, nuevas y estimulantes emociones: la de incrementar su álbum de reconocimientos con el Premio Especial que otorga el Ministerio de Educación y estar propuesto a ser declarado joya de la pedagogía avileña.