Visitar la vivienda de este fundador de los órganos locales del Poder Popular y conocer de su labor como delegado de circunscripción y rector de toda la comarca es insertarse en la lectura de un ameno libro.
Sus claros ojos brillan de satisfacción cuando recuerda los 34 años, encargado de representar a los vecinos de la comunidad Cayito del Consejo Popular de Guayacanes y su elección para ser el presidente de esa propia demarcación limítrofe con el municipio de Ciego de Ávila.
Conserva Carlos Gilberto Venegas Carbonell, gratos recuerdos de los vecinos del acogedor asentamiento poblacional, quienes a partir de 1976 se convirtieron en sus electores y el apoyo ofrecido por los factores del barrio con destaque para la federada Regla Pedroso y para los cederistas Gilfredo Lobé y Rafael Martínez.
La construcción de la Escuela Evidio Marín en Crucero de Guayacanes, del consultorio médico de la zona y acciones de reparación a instalaciones comerciales, personifican parte del accionar de este activo promotor del trabajo comunitario integrado, que un día por razones de enfermedad de su exesposa se vio en la necesidad de trasladarse a vivir para el poblado de Majagua donde residían sus hijos.
Se emociona al confesarme que logró vencer la COVID-19, que en los próximos días cumplirá sus 84 años, el honor que tuvo de representar al suroeste avileño ante el parlamento cubano durante 3 legislaturas y de integrar una comisión permanente y una temporal que le permitió aportar sus experiencias a diferentes circunscripciones del país.
En la sala de su vivienda: el certificado que lleva la firma del comandante en Jefe, el diploma de hijo ilustre de la provincia de Ciego de Ávila y la fotografía de su boda, celebrada hace 2 años. Informado y dispuesto a brindar la ayuda que se le solicite se encuentra Carlos Gilberto Venegas Carbonell, convencido que el Poder Popular, es el sistema de gobierno más democrático que existe en el mundo y que en sus 45 primaveras demanda de mucho amor.
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