Algo tan importante como conocer desde edades tempranas interés por lo que queremos ser, tendencia a la que se le llama vocación, se pone de manifiesto en este niño de 7 años convertido en un activo ordeñador.
Nos relata Rolando Mederos Ortega, quien es el papá de Carlos Ramón, que siempre para el infante resultaba agradable recorrer la finca, ver los cultivos y el trabajo con los animales y que un día le dijo “a mí también me gustaría ordeñar vacas”.
Tal disposición pudo haber sorprendido a cualquiera menos al feliz padre, quien experimentó algo similar a su edad, por lo cual no demoró en prepararle un burrito acorde al tamaño y con solo elementales orientaciones el adiestrado estuvo listo para el desempeñar la tarea.
En la actualidad la hermosa escena que proporciona el diminuto hombre dentro de la actividad ganadera llama la atención de quienes transitan por la Finca La Julita de la Unidad Básica de Producción Cooperativa La Manchuria del municipio de Majagua, sin embargo la extracción del rico alimento de su fuente natural no se detiene.
Carlos Ramón Mederos Carmenate, mientras espera que la pandemia pase y pueda retornar a la escuela para concluir su segundo grado y preparase con vista a optar por una carrera acorde a su vocación, prosigue junto a la vaquería con lo que también hace honor a la tradición familiar.
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