Hoy mi pecho late con mayor fuerza porque sobre él una mano femenina acaba de colocar la distinción Raúl Gómez García que otorga el Sindicato Nacional de la Cultura por 25 años de ininterrumpida labor en el sector.
Este sitio pudo haber sido ocupado hace un cuarto de siglo por la Jesús Suarez Gayol, que simboliza el quehacer azucarero, pero faltar 24 meses para cumplir el tiempo requerido frustró todas las posibilidades y ante mí se hacía realidad el soñado mundo de los micrófonos, los sonidos y las señales.
Un reto bastante difícil por las más de cuatro décadas que ya pesaban sobre mis hombros y como única experiencia la aportada por el movimiento de corresponsales voluntarios que me acompañaba a partir de los inicios de la vida laboral.
¿Podían en aquel momento tener cabida en mi las emociones que me proporcionaría recibir la estimulante medalla dorada con la efigie del poeta que en año del centenario del natalicio del apóstol alzó su voz con fuerza para decir en la Granjita Siboney: Ya Estamos en combate?
¿Cómo podía imaginar que al final del camino que emprendí a inicios de la década del 90 se gestaba un día de la Prensa cubana, en que junto al aplauso y muestras de cariño de mis compañeros de labor, seria sorprendido por las rimas de los repentistas y las palabras de elogio del primer secretario del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba?
Los dos años que faltaron para recibir la distinción con el nombre de Jesús y el tiempo que tardó en llegar la que encarna la figura del mártir periodista del Moncada hicieron que mi trayectoria de trabajo completara el medio siglo.
Por tal motivo ahora en el año del centenario de la Radio Cubana y de las 7 décadas de la Emisora Surco, mi voz se alza con la fuerza que en 1953 lo hiciera el poeta por la dulce memoria de Martí, Estamos y seguiremos en combate.
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