Roberto Serrano Gómez, quien en sus años mozos tuvo la posibilidad de demostrar habilidades y consagración en el corte manual de caña, en la actualidad es la producción de alimentos la que ocupa el poder de sus empeños.
La experiencia como el jefe de un lote cañero que para su mayor beneplácito, lleva por nombre La Esperanza, le da la posibilidad de trabajar junto a su colectivo de forma simultánea al cultivo de la caña, en variadas producciones agrícolas y en la cría de animales.
Y aunque contaba con conejos, aves y carneros, no podían prescindir de los beneficios de la actividad porcina en la referida estructura agropecuaria responsabilizada con la alimentación los trabajadores de la unidad Básica de Producción cooperativa a la que pertenece y de los miembros de la comunidad donde está enclavada.
Se cuenta aquí con 6 reproductoras de capa oscura, especie más resistente a las enfermedades, diseminadas por el potrero creado con ese fin y cuya alimentación se obtiene en la propia UBPC mediante el cultivo de viandas y forrajes con perspectivas concretas de incrementar la cifra de animales.
Resultados que le permitirán a Roberto Serrano Gómez, integrar en las próximas horas el grupo de invitados a la plenaria correspondiente en este territorio con la presencia de especialistas bajo la dirección del Partido y conducida por el Gobierno en función de generalizar la cría de cerdos.
Posibilidad que tendrá este machetero de alta productividad convertido ahora en defensor del quehacer alimentario que sus intervenciones tengan tanto acierto como los golpes de mocha en los campos cañeros en los que demostró que ante la disposición de vencer no hay tajo que se resista.
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