El análisis individual o de forma colectiva del proyecto y la posterior consulta con el personal especializado en asuntos jurídicos nos dan la medida de lo necesaria que resulta la aprobación del nuevo código de las familias.
Sin lugar a dudas quienes trabajaron en su confección tuvieron en cuenta una gran cantidad de situaciones que afectan a diario a muchas personas que debido a documentos y criterios arcaicos no disponen de esa arma tan necesaria cuando se trata de buscar defensa.
No obstante el desarrollo cultural alcanzado, en la actualidad existen hombres que aun ven el matrimonio con una forma de llevar para la casa a la mujer responsabilizada con las tareas domésticas sin tener en cuenta sus necesidades espirituales y sociales. Dicho de otra forma una criada a bajo costo.
Recuerdo a compañeras, excelentes trabajadoras que al casarse determinaron abandonar sus funciones laborales y como justificación para hacerlo. Tener casa y esposo que atender, y me pregunto ¿si todas las mujeres al contraer matrimonio renunciaran a sus oficios y profesiones que sería del mundo?
También el código de las familias se adelantó a una preocupación que en ocasiones se manifestaba en estrechos círculos, aquí va a llegar el día que los hombres vamos a tener convocar a un congreso para exigir nuestros derechos, porque cada día ellas nos ganan terreno.
También están presente en la propuesta la obligación a respetar los derechos de abuelas y abuelos de tíos, y además establece parentescos afines y elimina los temores de donar alguna propiedad a quien lo considere, pués de resultar ingrato el comportamiento del futuro beneficiado con esa persona, dicha determinación queda anulada.
Y el hecho que por motivo del fallecimiento de uno de sus miembros, los bienes de una pareja creada por mutuo acuerdo sean objeto de reclamaciones por parte de quienes no convivían con el difunto, hecho que ocurre incluso en uniones heterosexuales también quedaría sin efecto.
Por esto y otras razonas, en respuesta del legado de Fidel “de tratar y ser tratados todos como seres humanos” el SI en mayúsculas por el nuevo código de las familias está llamado a ser la mayor satisfacción que pueda experimentar un cubano.
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