El cruce por la zona del ferrocarril central, unido a la posibilidad de desarrollar una importante actividad agropecuaria, fueron los encargados del surgimiento de este poblado de la actual provincia de Ciego de Ávila.
Su nombre por su puesto, está muy relacionado con la predominante vegetación, calificativo que ya había sido utilizado por el generalísimo Máximo Gómez Báez, importante figura de la guerra por la Independencia de Cuba para identificar un campamento mambí y más de un fehaciente combate.
Según la historia, con anterioridad el terruño era conocido por Santo Domingo, hasta 1860 en que fue mercedada una finca con el nombre La Majagua debido a la presencia de la maderable planta, hecho que coincide que en la etapa primitiva en el extremo norte, hoy alturas de Campo Hatuey, existiera un asentamiento indígena llamado Majaguá.
Un tanque de agua para abastecer las locomotoras y un apeadero encargado de acoger y despedir visitantes procedentes de un extremo y otro del país, se convirtieron en los primeros elementos constructivos aledaños a la vía ferroviaria hasta 1905, fecha en que se inició el trazado de este pueblo que se fundó el 2 de abril del siguiente año.
En estas 115 primaveras la población del suroeste avileño, conformada por nativos y personas procedentes de diferentes regiones de Cuba y del mundo, arraigadas en la zona, atestiguó importantes hechos históricos y culturales con significativas huellas de participación que motivaron al surgimiento de expresiones como: tierra de los bandos azul y rojo y lugar donde se baila y se triunfa.
Debido a la actual situación epidemiológica el acontecimiento no podrá celebrase bajo las sonoridades de una alegre parranda campesina o cualquier otra de las peculiares formas que tiene el majagüense de contagiar con su alegría, pero si a detenerse al menos un momento, para valorar cuanto sacrificio y heroicidad encierra el camino transitado.
Leer más...