- Celiany Batista Ulloa
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Los Magos, testigos de una tradición
Dicen que la danza es un poema en el que cada movimiento es una palabra. Bailar es hablar en público y no tanto para que te entiendan sino para que te escuchen.
Danza es sinónimo de esfuerzo y compromiso porque los grandes bailarines no son grandes por sus técnicas son grandes por su pasión y entrega.
Bailar es soltar los pies, es un lenguaje oculto en el alma, con el, convidas personas contagiosas, de esas que dibujan sonrisas, de esas, que te seducen caminando y te enamoran con la elocuencia de sus pasos.
Al bailar se colorea el mundo, se consume rápido el oxígeno de cualquier lugar, se llena la vida de luz y también de magia.